Chile sorprende por su amplia costa y aguas puras y ricas en nutrientes, que guardan
en sus profundidades una asombrosa variedad de pescados y mariscos. Las templadas aguas en la zona centro norte
del país, así como las bajas temperaturas de las de la zona sur austral, dan origen a una variedad de recursos
pesqueros disponibles para desarrollar actividades extractivas industriales y artesanales.
Esto también ha permitido el desarrollo de numerosos recursos de cultivos.
Salmones, ostras y ostiones chilenos cautivan hoy los más exigentes paladares del mundo. Los 4.300
kilómetros de costa chilena bañada por el Océano Pacífico son una fuente de riqueza compuesta por las más
variadas especies de peces, moluscos, crustáceos y algas. Además, el sector público y privado se han coordinado
para asegurar la sustentabilidad futura de los recursos naturales estableciendo cuotas de captura, períodos de
veda de ciertos productos y creciente inversión tecnológica de primer nivel,
en todas las fases del proceso pesquero: flota, descarga, transporte, y la construcción de modernas fábricas.
En los últimos años, la producción pesquera en Chile ha aumentado en forma considerable.
Los 5.9 millones de toneladas de pesca desembarcadas en nuestro país representan el 4% de la captura mundial.
El sector acuícola es el que presenta mayor dinamismo con un crecimiento en sus exportaciones de 22% como
promedio anual, y con montos sobre los US
$ 2.400 millones, equivalentes al 4,3% de las exportaciones totales del país.
El crecimiento de la actividad pesquera ha dado origen a una activa demanda de embarcaciones
con tecnología cada vez más especializada. Actualmente, los astilleros nacionales han logrado un nivel
de calidad tan elevado que construyen
barcos para países pesqueros como Corea del Sur, Noruega e Islandia.